Vivo en una casa desde hace un año,la verdad, quizás algo más.
Era una casa preciosa, recuerdo cuando entre la primera vez, todo estaba limpio, el ambiente olía a donuts de chocolate,
miles de humos de colores y luces verdes cubrían mi casa. En esa casa era feliz, y aprendí tanto, tanto que ahora me da miedo
pensar el por que me arriesgue a aprender tanto.
Un día al levantarme me percaté que en el salón de mi casa había una gotera,no le dí mucha importancia , la verdad, pero rápido intente arreglarla ,la tapé y pinte por encima, poco a poco fueron apareciendo desperfectos , pero con mucha ilusión los tapaba con muebles de Ikea ,y pintura de purpurina .
Yo quería mucho a mi casa, cuidaba mucho mi casa, pero empecé a intuir que ella se había cansado de mis estrellas, de mi verde, y de mis polaroids gastadas , aunque yo la llenase de besos y de corazones , ella lo único que me devolvía eran desperfectos.
Hoy es día 12 de septiembre del 2010,y estoy sentada en el suelo de mi casa,ya casi derrumbada, solo hay una pared, y un portafotos lleno de recuerdos. Por una vez,no decidí yo lo que quería, esta vez se ve que decidieron por mi.
domingo, 12 de septiembre de 2010
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1 comentario:
Lo bueno de los alquileres es que siempre hay muchas otras casas al mismo precio... o incluso más barato, sin tanto mantenimiento.
Soy manu (cibernovio :) )
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