lunes, 28 de enero de 2013

La vida me ha enseñado que nunca sabes cuando vas a perder a alguien, que no existe forma alguna de prepararse para eso, que hay algunas cosas que el tiempo no cura, solo las entierra para que salgan cuando menos lo esperas. Que ahora que estás aquí todo es mucho más dulce, y hay tantas ventanas abiertas y tantas cosas bonitas por disfrutar que el solo hecho de pensarlo dos veces asusta más que nada en el mundo. Y es cuando vuelvo a encerrarme otra vez, sin saber por qué ni como salir. Pero sé que mis pasos están aquí, muy cerca de los tuyos, por algo. Y espero que se queden el tiempo suficiente para demostrarte que te quiero, y que aunque queden monstruos viviendo al otro lado de la cama, ya has matado tantos que puedo dormir sonriendo (aunque no siempre sea lo que más haga). Que si tu estás dispuesto a luchar, yo te sigo. Que yo también puedo matar monstruos por ti, solo si tu me dejas.

No hay comentarios: