sábado, 7 de marzo de 2009

Y ahora que caes en la cuenta,ahora que todo lo ves,ahora comparas lo que pierdes y lo que ganas,y enumeras cuantas veces has tenido ganas de volver. Todo el mundo piensa que estas bien,nadie puede saber la verdad,nadie puede saber cuanto es el mal que me hiciste,el mal que me haces,el mal que me haras. Y sin embargo puedo pasarme tardes enteras en mi coche escuchando música,con la compañia del misma llanto que me hizo llorar tanto tiempo,solo recordandote,con ese dolor de barriga tan familiar,esa angustia,y esas ganas de no saber que hacer,de querer comprender,que te comprendan.
Ahora toca meterte en una caja de zapatos,nombre y fecha,y guardarla en el armario,nunca había tenido una estrella,y cuando más la necesite,la tuve,no me puedo quejar,soy una suertuda. Todo ha cambiado tanto,todo,ahora no puedo hacer media maleta coger el tren e irme y esperar como una tonta que tu vengas a buscarme,no lo puedo hacer,por que en la estación ya no hay nadie esperando,y por que tu ya no vas a volver,y ante todo,por que yo,aunque te piense,no voy a volver.

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